Todo comenzó cuando el guitarrista Walter Giardino fue llamado a V8 por Ricardo Iorio (actualmente cantante de Almafuerte, ex Hermetica) tras la separación de Osvaldo Civile y Gustavo Rowek luego de una fracasada gira por Brasil Primero rechazó la oferta, pero ante una segunda tentativa por parte de Iorio finalmente la aceptó. Después de 4 recitales Iorio echó a Gustavo Andino, baterista y amigo de Walter que había tocado en Punto Rojo, y el paso siguiente fue intentar que Gustavo Rowek volviera a la banda, pero para éste era una etapa ya superada. Pero luego de que Giardino lo pusiera al tanto de su plan de grabar una demo para presentar en Inglaterra, adonde el guitarrista pensaba emigrar por la decadencia que tenía la música heavy por aquel entonces en Argentina, éste aceptó.Al poco tiempo las rencillas que aparecieron entre Giardino y Iorio, apartaron a éste último del ambicioso proyecto. Esto no significó el fin del sueño: La demo se hizo con Rodolfo Cava en voz, Youlie Ruth en bajo, Rowek en batería y Giardino a cargo de los poderosos riff de guitarra, y constaba de cuatro canciones; “Gente del Sur“, “Chico Callejero“, “La bruja Blanca” y “Rompe el Hechizo“. Hubo tal química entre los músicos que decidieron seguir componiendo temas. Dado que Youlie Ruth era el bajista oficial de “Alakrán“, banda ya consolidada en la música Argentina, el rompecabezas de Giardino quedó sin una pieza, la que fue inmediatamente sustituida por Guillermo Sánchez, por medio de un amigo de la banda, Sergio Berdichevsky, guitarrista de “Nativo“. Al poco tiempo el vocalista, Rodolfo Cava, abandona el proyecto debido a sus ambiciones personales, lo que obliga a la banda a buscar una nueva voz. Precisamente este puesto le es ofrecido a Saúl Blanch, cantante ya famoso por aquellas épocas debido a su participación en la reconocida banda “Plus“. Luego de dos años “afinando” la banda, tuvieron su primera presentación, en 1987, para unos 600 metaleros, que colmaron la capacidad de la sala. La música de Rata Blanca tomó desprevenido a un público poco acostumbrado al Heavy Metal clásico. También se terminaba el mito de que los metaleros eran personas con poca cultura musical: “La banda tiene la potencia y la rítmica de heavy metal sumadas a estructuras melódicas y armónicas de la música clásica. Escucho a Paganini, Bach, Mozart, Vivaldi y Beethoven con el mismo interés que a Deep Purple, Rainbow, Judas Priest, Accept y AC/DC” decía Walter Giardino. Pero luego de su segundo recital, Blanch decide abandonar a la banda aduciendo que las ideas eran buenas, pero estaban lejos de poder realizarlas. Esto motivó el acercamiento de Carlos Périgo, el cual fue despedido luego de un sólo show por sus exagerados alaridos, que por momentos hacían inaudible las letras de las canciones, pero igualmente el aporte de Périgo consolidó al grupo dejando el tema “Días Duros“, un clásico de Rata Blanca llamado originalmente “Un Camino Nuevo“. Para ese momento, y con sólo dos presentaciones, la banda fue catalogada de “revelación” en la revista prestigiosa “Metal” Rodolfo Cava volvió a encargarse de la voz, tocando en la, por entonces, famosísima sala “Halley“, templo del Heavy para los amantes del género. Este reencuentro duró muy poco, ya que Cava decidió irse a vivir a España dejando su puesto a Shito Molina, quien participó con el quinteto en el festival “Halley” en el gigantesco estadio Obras, junto a “Alakran” “Kamikaze” y “JAF“. Pronto e inevitablemente reciben una oferta de Polygram para grabar el que sería su primer disco, el cual, curiosamente, fue desarrollado en la misma sala donde un tiempo atrás hacían la demo que los lanzara al estrellato. Shito, faltando una semana para terminar la producción, sufre una serie de complicaciones en su salud que lo dejan casi sin voz, lo que provocó el llamado de emergencia a Saúl Blanch, quién ya conocía los temas y estaba familiarizado con los integrantes. Gracias a Blanch, Rata Blanca pudo culminar la grabación en fecha, y gracias también a su compromiso, pudieron presentar el disco en una serie de recitales. Una prueba fehaciente del éxito de la banda fue que si bien la discográfica les exigía la atemorizante cifra de 4.000 copias vendidas, la banda logró vender más de 17.000, a pesar de que la primera semana las pobres ventas hacían pensar en el fracaso. Éste primer disco logró pegar al publico metalero canciones como “El Sueño de la Gitana” y “Chico Callejero” éste último se transformó en el estandarte de la banda. Debido a que sus primeros shows los hicieron en base a prestamos, para cuando la banda pudo superarse un poco, decidieron pagar esas deudas dándole la autoría de “Preludio Obsesivo” y “El Último Ataque” a Roberto Conso, principal colaborador monetario; de esta forma Conso cobraría las regalías de esos temas. La presentación del disco en el teatro Alfil, el 17 de diciembre del 88 fue todo un éxito, debiéndose agregar una función extra debido a la masiva concurrencia del publico. Pero la banda no olvidaba que, a pesar del éxito que estaban teniendo, deberían buscar a otro cantante, ya que Saúl Blanch estaba participando solo momentáneamente. Precisamente en una de las audiciones que la banda organizó, conocieron al tecladista Hugo Bristolfi, de la banda “Badulaques“, quien quedó, luego de algunas presentaciones como músico invitado, definitivamente dentro del grupo. Ese año volvieron al “Halley“, pero esta vez como sexteto, y la presentación quedó grabada en un video clip que fue encargado para la Polygram para la difusión de la banda. Pero al final llegó el día en que Blanch partiría, provocando la confusión de los fans que no entendían qué era realmente lo que pasaba, a este sentimiento se le sumaba las declaraciones de Blanch a la revista “Metal” donde decía que la causa de su alejamiento era la falta de participación en la banda. Gracias a Marcelo Michel, guitarrista de Attaque, sabiendo que el grupo buscaba desesperado un cantante, les presenta a su amigo, Adrián Barilari, cantante de “Días de Gloria” y se mostraba reacio a abandonar la banda para formar parte de Rata. Pero para sorpresa de Barilari, sus propios compañeros de “Attaque” lo animaban a formar parte de Rata Blanca. Éste finalmente aceptó. Comenzaron con un show en la Federación Argentina de Box, después de eso le siguió una gira por el interior de Argentina, la cual fue todo un éxito; todo estaba listo para grabar su segundo disco. Éste segundo lanzamiento significó la consolidación de la banda, el tema “Mujer Amante” fue el que más llamó la atención de los productores, incluso le hizo exclamar a uno de ellos “Hay olor a guita” (hay olor a dinero). A pesar de esto, la banda decidió centrar su promoción con los temas “La Leyenda del Hada y el Mago” y “Días duros“. Precisamente durante la grabación recibieron la noticia que su primera producción, “Rata Blanca”, había alcanzado el disco de oro. Ésta noticia motivó a la banda a iniciar una gira por el sur de Argentina y finalizándola en la Calle Corrientes, meca de los artistas hasta el día de hoy. Ese año llegaron a tocar en el teatro Ópera, logrando así ser la primera banda Heavy en pisar sus glamorosas tablas. Era el comienzo de la “Rata Manía“. Su segundo disco superó ampliamente las ventas del primero, “Magos, Espadas y Rosas” tenía vendidas 17.000 placas antes de ser lanzado al mercado. Luego de eso la historia de Rata Blanca incluía sólo éxitos: Teloneros de Ian Gillian (Black Sabbath, Deep Purple), 120 shows en toda la Republica, hasta volvieron al teatro Ópera con una sinfónica para acompañar sus canciones. Hasta aquí la historia de los comienzos de Rata Blanca, una de las mejores bandas Heavy de Sudamérica, y mundialmente reconocida por su semblanza, su poder y su magia.
DISCOGRAFIA:
1988 - RATA BLANCA
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