Peter "Biff" Byford Paul Quinn Doug Scaratt Nibbs Carter Nigel Glockler
Si existe un movimiento que marcó para siempre el heavy metal como estilo e influencia, fue el NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal). Esta tendencia apareció a fines de los 70’s en Inglaterra y desde un comienzo tuvo grandes pilares como Iron Maiden, Judas Priest, Motorhead, Def Leppard y Saxon. Mientras Maiden exhibía a Eddie, Motorhead al bombardero y Judas con la motocicleta, Saxon se representaba en parte con un águila, símbolo del poder y la gloria. En 1977 nace Saxon desde las cenizas de Son Of A Bitch, banda que en 1976 grabó su primera producción y obtuvo un contrato de grabación. Sin embargo, como requisito se les pidió cambiar el nombre por su ofensivo significado, por lo que adoptaron el definitivo Saxon. En ese entonces la banda estaba conformada por Paul Byford en las voces, Graham Oliver y Paul Quinn en guitarras; Pete Gill en batería y Steve Dawson en bajo. Su disco debut autotitulado “Saxon” (1979) ganó muy pronto la aceptación del público a través de un estilo desquiciante y ‘extremo’ para la época. Sin embargo no fue hasta su segunda placa “Wheels Of Steel” (1980) que el grupo consiguió un reconocimiento mundial, como una de los cabecillas del mencionado movimiento británico. Además este trabajo vendió más de un millón de copias. Le siguieron grandes producciones como “Strong Arm Of The Law” de ese mismo año, “Denim & Leather” en 1981 y el disco en vivo “The Eagle Has Landed” (1982), donde ya no estaba su baterista original Pete Gill quien se había ido a Motorhead, siendo reemplazado por Nigel Glockler. Estas producciones llevaron la popularidad de la banda a las nubes, sólo comparados con sus compatriotas de Iron Maiden. Y fue esa misma competencia la que empezó a desgastar a Saxon, quienes veían con cierto recelo el auge de sus compatriotas en los EE.UU. y a fuerza de querer dar con la fórmula de éxito en América, empezaron gradualmente a perder la pista Desafortunado, porque siendo buenos discos “Power And The Glory” (1983) y “Crusader” (1984) fueron placas que marcaban el decaimiento tanto en lo musical como en lo estilístico. El heavy metal inglés era sobrepasado por la máquina americana del glam, donde la imagen era tan importante como la música. Y aunque Saxon se esforzó por superarse en ambos aspectos, nunca pudo emular -ni de cerca- la ecuación a la manera que Maiden lo hizo. En 1985 aparece “Innocence Is No Excuse”, un disco de grandes temas súper producidos como para acaparar la atención radial, pero que no lograba convencer a su decepcionada legión de seguidores y tampoco calentaba a las nuevas generaciones. Producto de todo esto, su principal compositor y bajista Steve Dawson deja Saxon, siendo reemplazado por Paul Johnson. El resto de la década marcó la etapa más negra de la banda con patéticas producciones de pop metal que desesperadamente trataban de convencer a la audiencia americana, todo esto retratado en 1990, cuando aparece su décimo disco en estudio “Solid Ball Of Rock”. Al menos un poco antes, vía el remake del clasico AOR de Christopher Cross, ‘Ride Like The Wind’, Saxon tuvo el sabor de lo que era un single exitoso dentro del disco “Destiny”. Entrando en los 90´s, con una gira por clubes y de vuelta a lo básico, Saxon se da cuenta que no tenía nada que hacer en la escena rock americana y decide regresar a los lugares comunes del heavy metal británico. Como resultado publican en 1992 “Forever Free”, un disco que le devuelve la credibilidad y se reconcilian con su público europeo. A continuación “Dogs Of War” de 1995 continúa la saga de pesadez, cayendo nuevamente en buenas intenciones, pero falta de dinámica de un estilo desgastado con el paso de los años, hecho que se refleja en discos como “Unleash The Beast” de 1997 y “Metal Head” de 1999.
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